¿Tienes una pequeña empresa y te preocupa la falta de liquidez por las deudas por cobrar?, porque eres consciente de que estas deudas pueden llevarte a un inminente cierre.
No te preocupes, por fortuna existen algunas estrategias para solventar esta situación y retomar el cauce financiero normal de tu negocio. Una de ellas es el factoring (o factoraje) y, hoy además de familiarizarte con el término, descubrirás su utilidad para financiar tus facturas sin tener que asumir riesgos bancarios.
Pero, ¿cuál es la utilidad práctica del factoring? Pues bien en términos prácticos, generar liquidez de inmediato. ¿Cómo? En promedio el pago de las facturas supone unos 80 días luego de su emisión y, en el caso de las Pymes, estas tienen cerca de un 44% de su facturación pendientes por cobrar, de las cuales dan como acreencias pérdidas el 11% de estas, es decir, nunca las cobrarán.
Tal condición de pérdidas en las ventas puede conducir a la quiebra a cualquier pequeña o mediana empresa. Viéndose en la necesidad de cerrar sus puertas debido a las deudas por falta de pagos o retrasos en el cobro de sus facturas.
Hoy en día es muy común que pequeñas pymes no puedan afrontar pagos a seis meses o más cosa que hacen muchas empresas. En estos casos o se aprovechan del factoring hasta que negocian o están perdidas
Ante esta situación, ¿qué hacer para evitarlo? Para no tener que recurrir a un crédito bancario y adquirir más deudas, la solución es el factoring, como un interesante modelo de financiación de deudas por las facturas propias. Este mecanismo permite disponer de liquidez sin tener que asumir riesgos de la banca tradicional.
Y aunque es posible emplear diversos modelos de factoring, todos guardan la misma gran característica, que es, aportar liquidez inmediata.
Debido a que el factoring, como mecanismo financiero disponible en el mercado, asume el adelanto de los pagos de la facturación pendiente por cobrar, que como bien se señaló, tiene un proceso normal de por lo menos 2 meses de cobranza.
➡️ Definición de factoring
Se puede definir el factoraje como una operación financiera por la que una empresa cede sus facturas pendientes de pago a una empresa especializada.
Cabe resaltar que este rol lo están asumiendo muchos bancos actualmente, los cuales asumirán el proceso de cobranza de dichas facturas.
En contraparte, el factoring o empresa ofrece el importe de las facturas cedidas, quedándose con una comisión de las mismas.
➡️ ¿Para qué se utiliza el factoring?
Como bien se ha evidenciado, el factoring es una útil herramienta financiera que se usa como un mecanismo expedito para obtener liquidez. Por eso muchas empresas lo suelen usar como un instrumento para generar un balance financiero más calificado.
Esto quiere decir, que dicha empresa vende su activo a un tercero (una compañía o banco) denominado factor, en vista de lo cual deberá descontarlo de sus cuentas por cobrar, pasando de este modo al saldo disponible.
Esta condición de solvencia conlleva a diversas ventajas, una de ellas puede ser participar en algún proceso selectivo o de licitación, pues al estar solvente, podrá obtener mejores calificaciones cuando el ente contratante analice sus índices financieros.
➡️ Tipos de factoring
Actualmente el factoring se ha popularizado de tal forma que está disponible incluso en la web, cuya idea es adaptarse a cada necesidad en particular.
Por lo cual dispone de diversas modalidades, con el propósito de satisfacer las demandas de cada empresa, dentro de sus tipos se pueden identificar:
✅ Factoring internacional
Esta modalidad está indicada para aquellas empresas cuya acción productiva conlleva a exportaciones.
El objetivo es que esta no tenga que esperar el tiempo que demora el pago por los productos exportados. Donde a través del factoring, podrá retomar su liquidez a la brevedad.
Es especialmente llamativo puesto que requiere que el ente financiero se contacte con países de todo el mundo, a los fines de asumir toda la carga administrativa que el proceso de compra/venta conlleva.
✅ Reverse factoring
Este tipo suele contratarse cuando la empresa desea acelerar el pago a proveedores.
De este modo, opta por contratar al factor para sea esta quien accione las medidas de pago de las facturas y cuando llegue la fecha de vencimiento de cada documento, el factor o empresa contratada activará las acciones de cobranza.
✅ Con recurso
En el factoring con recurso, la empresa o banco no asume el riesgo de las facturas por pagar, pudiendo incluso, actuar contra la empresa que cede las facturas en caso de impago del cliente, es decir, el contratante. Esta empresa por el contrario accionará eventualmente aquellas medidas judiciales y extrajudiciales a fin de garantizar la cobranza.
No obstante, de resultar imposible cobrar las facturas, esta empresa o banco devolverá las facturas a la empresa cedente, al tiempo de recuperar el importe anticipado.
Este tipo es el más común, a menos que la empresa sea muy grande, y con excelente clasificación financiera o crediticia.
✅ Sin recurso
Por su parte, el factoring sin recursos tiene un comportamiento distinto al anterior.
Pues en este caso la empresa o banco si asume el riesgo de insolvencia del contratante o cliente. Por tanto, queda inhabilitado para actuar en contra de la misma en caso de algún impago.
Ahora bien, en este caso se lleva a cabo un incremento en el valor de la operación, pero a cambio la comisión será mayor que en la modalidad anterior.
➡️ Ejemplos del uso del factoring
A los fines de ilustrar mejor lo expuesto hasta este punto, es conveniente mostrar con ejemplos de factoring.
Para ello se puede referir a una empresa ‘X’ que venda a otra ‘Y’, y a cambio le envía una factura con vencimiento a 30 días por un importe de 10.000€. Por medio de contrato, ‘X’ le cede la deuda a ‘Y’, quien de inmediato le entrega 9.000€, es decir, el 90% del importe total de la factura.
En este caso, ahora ‘Y’ tiene todos los derechos de cobranza y, por ende, la empresa ‘X’ deberá pagar el 100% de la factura directo a ‘Y’. De este modo ‘Y’ obtendrá 10.000€, es decir, ganará 1.000€.
De lo anterior se concluye que en el proceso de contratación de factoring, está indicado para empresarios que requieren de liquidez en sus compañías, sin importar su tamaño, donde intervienen 3 elementos fundamentales: emisor, pagador y factor, donde:
- El emisor: Empresa que genera la factura.
- El pagador: Empresa o ente que adquiere la deuda por la compra, y está obligado a cancelar el título en las condiciones establecidas en la factura.
El factor: Empresa dedicada a comprar la deuda con el consecuente descuento de los títulos.